Nada se pierde todo se transforma

Nada se pierde todo se transforma

El verano llega a su fin, por lo menos la parte correspondiente al término de las vacaciones estivales. Y todo lo que finaliza abre el camino a una nueva etapa o ciclo. Después del disfrute veraniego y del descanso físico y mental, estamos preparados para dar la bienvenida a la reincorporación al trabajo y al comienzo de un nuevo curso.

 

Y es que Septiembre tiene mucho que ver con otro mes del año. Es un momento de arranque, un punto de partida; el segundo que, en líneas generales, abordamos cada año. ¿Cuál fue el primero? La llegada de un nuevo período anual cada mes de Enero. La celebración del Año Nuevo y los nuevos propósitos para los meses posteriores. Ahora es el momento de recapacitar y enfocar de nuevo nuestro camino a seguir durante los próximos cuatro meses.

 

Afrontamos esta nueva etapa, que coincide con la llegada otoño, como una transformación. La energía fluye en nosotros después del descanso y los hábitos relajantes que adquirimos durante el verano. Si queremos mantener y cuidar dicha energía deberíamos protegernos y seguir rutinas que nos ayuden a prolongar la sensación de descanso durante el mayor tiempo posible.

 

Nos gustaría darte algunos consejos para mantener tu nivel de energía o cómo transformar dicha energía en nuevos retos e ilusiones. Si conoces la canción de Jorge Drexler Todo se transforma dice: nada se pierde todo se transforma.

EL CUIDADO A NIVEL FÍSICO

  1. Cuida tu descanso: no te acuestes demasiado tarde, establece una rutina de irte a la cama, deja atrás la tecnología y comienza a leer un libro que te inspire.
  2. Planifica tu alimentación: elabora un menú semanal en el que incorpores al menos una ración de verduras en cada comida y aprovecha la fruta de temporada. No te olvides de hidratarte adecuadamente desde que te levantes por la mañana. Bebe agua con regularidad, tu cuerpo te lo agradecerá.
  3. Planifica cada jornada para conseguir una motivación extra:

3.1. Establece una rutina de actividad física: te proponemos levantarte 30 minutos antes para realizar 20 minutos de activación (bicicleta estática, rutinas de core, planchas…o baile) y sonríe mientras lo haces. Verás como tu estado de ánimo cambia. Y no te olvides de seleccionar tu música favorita.

3.2. Date una ducha de agua fría después de realizar la actividad física.

3.3. Reduce tus niveles de glucosa en el desayuno. Disfruta de un desayuno salado. 

EL CUIDADO A NIVEL emocional

  1. Haz limpieza de armarios, de la cocina y de tu ordenador, así dejarás espacio a nuevos momentos y experiencias. Te sentirás más liviano y en paz.
  2. Haz cada día algo que te guste: toma un café con un amigo, practica tu deporte favorito, vete a clases de baile o simplemente emprende un paseo al atardecer.
  3. Busca el lado positivo de aquella persona con la que no estás a gusto o de esa circunstancia que siempre te altera o enfada.

EL CUIDADO A NIVEL mental

  1. Procura no exponerte demasiado tiempo a los medios de comunicación. Aprende a asimilar la información que te llega y discrimina los pensamientos adversos.

  2. Aprende algo nuevo cada día: la enseñanza de un libro, del consejo de un amigo, de un cometario o un podcast que escuches. Si ponemos en marcha esta actitud tendremos siempre nuestra mente activa.

  3. Disfruta de la lectura cada día, de un audiolibro o de un podcast. Elige un tema del que quieras ampliar tus conocimientos o inicia esa actividad que siempre te ha gustado y nunca te decidiste a empezar.

EL CUIDADO A NIVEL espiritual

  1. Agradece cada día al menos tres cosas que te hayan pasado esa jornada. De este modo atraerás la abundancia y serás consciente de ella.
  2. Visualiza la vida que quieres conseguir o los logros futuros que anhelas.
  3. Medita en silencio, o haz 3 minutos de respiraciones conscientes, para disfrutar del aquí y el ahora.
  4.  

Con todos estos hábitos mantendrás viva tu energía y vivirás una transformación y agradecimiento que trasmitirás a los demás ayudando al mundo a ser un mejor lugar donde vivir.

cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da porque nada es más simple, no hay otra norma, nada se pierde, todo se transforma.