El proyecto iGES (Gestión Inteligente para el Desarrollo de Espacios Saludables) se concibe como un sistema capaz de actuar en espacios interiores desde una perspectiva absolutamente holística (aire, luz y acústica) para la mejora de la salud y el bienestar de los usuarios, así como de la productividad general. El objetivo último es implementar un modelo de gestión basado en inteligencia artificial (IA) a partir de la integración de dos aspectos: una optimización de las condiciones del ambiente interior, mediante la monitorización y la regulación predictiva de los espacios con el uso de sistemas activos y pasivos, y un control de la salud de los ocupantes, con la toma constante de datos individuales y colectivos que permitan predecir y prevenir posibles condiciones insalubres para ellos.
En García de Celis fomentamos el desarrollo de la cultura sostenible y de los edificios saludables. Es por ello, que un colectivo de empresas reunidas en el Clúster de Hábitat Eficiente (AEICE) del que formamos parte, hemos emprendido el proyecto IGES.
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ToggleFase inicial del proyecto iGES
En el estudio inicial del proyecto iGES de los entornos interiores a tratar, procede definir de una forma rigurosa los par metros que, según su distribución y concentración, puedan suponer un riesgo en la salud de sus ocupantes. Este estudio del proyecto iGES ha de profundizar en variables analíticas tales como usos del edificio (residencial, comercial, escolar, uso público, industrial, etc.), sistemas y materiales constructivos, diseño de los espacios interiores, eficiencia de la ventilación, hermeticidad del edificio, etc.
Dicho análisis se valida y optimiza gracias a una monitorización continua tras la definición de unos puntos de control significativos. Paralelamente se han de definir unos par metros conceptuales que permitan definir un arquetipo capaz de reflejar sensaciones de confort saludable en las personas, y que sea válido a cuentas perspectivas se estimen oportunas y necesarias, en particular respecto a aspectos de edad, género, vestimenta y actividad de la población. Esto supone el registro de parámetros físicos y/o psicológicos de manera constante, destinados a un análisis en conjunto con las variables y par metros de los entornos interiores.
Salud y bienestar en un sistema de IA
La colaboración voluntaria de los distintos usuarios requiere incorporar dispositivos wearables adaptados a cada caso o aplicaciones móviles que alienten la interacción con su titular. La información generada requiere el diseño de una pasarela de datos hacia un servidor central (tipo Cloud) del proyecto, que permita integrar los datos en la IA.
El almacenamiento y procesamiento de esta ingente cantidad de datos, tanto aquellos relativos a las condiciones interiores de los edificios como los de la salud de las personas, se integran en un sistema de IA que combina, relaciona y optimiza los parámetros, de manera que puedan enviarse tanto señales de actuación síncronas a los equipos de aire, luz y sonido que regulan y actúan sobre el ambiente interior, como informes anal ticos a los usuarios de dichos espacios que para que les informen de aquellas zonas del recinto o del edificio con unas condiciones sanitarias más acordes con su perfil de salud dentro del entorno.
iGES hace hincapié en cuestiones de salud y bienestar que, aunque sólo a partir de la reciente pandemia se han demostrado prioritarias, deben ser consideradas como una necesidad permanente y trascendentes a la situación actual. Las enfermedades relacionadas con un ambiente interior insano, en lo relativo a la calidad del aire, a la calidad lumínica y a la calidad acústica, provocan un perjuicio social de valor incalculable.
Complementariamente, el impacto es también económico, como evidencian datos como que el ausentismo laboral alcanza una media de un millón de personas al día (Fuente Randstad/INE) y de ese total, más del 80% se debe a condiciones derivadas de estos parámetros del ambiente interior.
Por este motivo se puede afirmar que el control del entorno interior mejorar la prevención de enfermedades y reducir los factores de riesgo de los usuarios de los edificios. Valga como ejemplo la relación ya contrastada de contagio por bioaerosoles del virus SARS-CoV-2 y de la gripe, del cáncer por aldehídos, la hormesis inversa bifásica, las enfermedades profesionales, depresiones y estrés, afecciones del sistema nervioso, des órdenes relacionados con desajustes del ciclo circadiano, etc.
Fase final del proyecto Iges
Las personas pasamos más del 80% de nuestro día en espacios interiores, con la influencia que estas condiciones (ruido, iluminación y aire) tiene para nuestro confort y sobre todos para nuestra salud. Pero desconocíamos totalmente un modo sencillo, con una intervención mínima, de monitorizar estas tres variables, y actuar sobre ellas. O incluso si una actuación conjunta sobre ellas podría tener un efecto multiplicador.
El proyecto iGES (Gestión Inteligente para el Desarrollo de Espacios Saludables) concluye ahora con su tercera fase, todas ellas cofinanciadas por el Ministerio de Industria y Turismo, a través de programa de apoyo a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras, con fondos Next Generation de la EU y en el marco del Plan de Recuperación, Trasnformación y Resiliencia.
El proyecto iGES se concibe como un sistema capaz de actuar en espacios interiores desde una perspectiva absolutamente holística (aire, luz y acústica) para la mejora de la salud y el bienestar de los usuarios, así como de la productividad general, actuando sobre sistemas activos para conseguir las condiciones predeterminadas como óptimas en cada arquetipo contemplado, más allá de las fijadas por la normativa.
La investigación ha conseguido obtener los datos de iluminación, ruido y calidad de aire de un espacio desde un solo punto, a través de la aplicación de algoritmos desarrollados en el propio proyecto. Teniendo claro los datos de partida, las condiciones diana para ese espacio, solo queda actuar sobre los sistemas activos para reconducir la situación si fuera necesario. Para ello se aplica un modelo de gestión basado en inteligencia artificial (IA) y la regulación predictiva de los espacios. Este cerebro creado se comunica directamente con los equipos de iluminación y ventilación.
Los resultados de la investigación iGES se podrían aplicar a los espacios en diferentes medidas, pudiendo ir de un nivel mínimo, de sensorización del espacio, al grado máximo de intervenir sobre los sistemas de acondicionamiento.
La investigación ha desarrollado además un aplicativo para que se pueda tener el panel de control en una aplicación móvil, que puede conectarse con una fuente de información más, pulseras de actividad que porten los ocupantes. De tal modo que se ayude a mejorar las decisiones que toma el cerebro iGES.
El trabajo llevado a cabo es complejo puesto que la investigación abarca varios campos y tecnologías.
El equipo ha estado formado por las empresas 1A Ingenieros, ABSOTEC, CONSTRUCCIONES GARCÍA DE CELIS, MEDGÓN, LUXES y ZG Service, con la participación del Clúster AMBIT y la coordinación de AEICE, Clúster de Hábitat Eficiente.
El presupuesto total de esta última fase ha sido de 267.716,00 con una subvención de 211.098,00 € por parte del citado Ministerio de Industria y Turismo.